lunes, 2 de febrero de 2009

EL CAMPO DE LOS UNICORNIOS


Lo había conseguido, después de tantos esfuerzos, de tantos años de estudio y de poner en práctica sus conocimientos de forma errónea más de cien veces, por fin, por fin lo había conseguido. Miraba extasiado lo que tenía delante, por increíble que pareciese, lo que había leído en sus libros de cuando era niño era cierto y lo tenía delante: un gran campo de un verde esmeralda brillante sobrenatural, habitado por multitud de unicornios de colores increíbles, colores que jamás había visto. Eran realmente majestuosos, con su luminoso cuerno de marfil en la frente, desafiando toda lógica humana.
Desde niño siempre había amado a aquellos animales mágicos, los había imaginado y deseado poder verlos. Con los años había adquirido el conocimiento necesario y había fabricado su máquina de dimensiones vibracionales. La había ido perfeccionando hasta conseguir que ésta elevase la frecuencia vibratoria y que le empujase a otra dimensión, una quinta dimensión. Y allí estaban, pastando tranquilamente ajenos a un mundo que de haberlos encontrado los hubiese esclavizado como al resto de sus hermanos del reino animal.
Los miró admirando su belleza celestial y soñó con que un día el resto de la humanidad pudiera viajar hasta ese mundo y poder sentir lo que él estaba sintiendo en esos momentos. Tenía el corazón desbordado por la emoción.

No hay comentarios: