lunes, 9 de febrero de 2009

LA DECISIÓN



Desde donde estaba sentado las veía acercarse lentamente pero de manera incesante, sonriendo de forma maliciosa, como si se supieran poderosas frente a él, le producían miedo, y su miedo las alimentaba, las mantenía fuertes, les despejaba el camino para que pudiesen avanzar, pero él no lo sabía, no lo sabía y seguía regalándoles su miedo. Realmente no sabía cuánto tiempo llevaba allí metido, en aquel agujero inmundo al que había caído una mañana al levantarse de la cama, nada más poner los pies en el suelo aquel hueco se abrió y se precipitó durante largo rato hasta el fondo de un gran vacío. Desde entonces permanecía metido en aquel agujero, encogido en posición fetal, lleno de miedos, de dudas, mordiéndose las uñas mientras observaba a aquellas sombras que le escudriñaban y le acechaban.
La mañana que todo comenzó se había levantado temprano para ir a trabajar como cada día, envuelto en la misma rutina que había marcado su vida desde siempre, una rutina que le hacía sentirse seguro, protegido, sabía qué iba a hacer cada día y cómo lo iba a hacer, sin sorpresas, sin sobresaltos, eso le daba seguridad. Él valoraba la seguridad por encima de todas las cosas, tenía toda su vida bajo control, absolutamente todo, y sin embargo, aquella mañana cuando se levantó para hacer lo que siempre hacía, todo cambió, pues un gran hueco se había abierto en el suelo, junto a su cama, y él se precipitó al vacío nada más levantarse.
No había luchado por salir de allí, no había hecho nada por abandonar aquel lugar oscuro y lleno de sombras que tan poco le gustaba. Se había quedado encogido en el mismo término en el que había caído, sin atreverse a mover ni un solo músculo. Desconocía por completo aquel sitio, el medio en el que se hallaba, eso le hacía sentirse inseguro, temeroso, por eso se quedó allí encogido, de forma indefinida, sin saber qué hacer.
En un principio, nada más caer contuvo la respiración del puro miedo que tenía, no se atrevía ni a parpadear, incluso el temblor de su propio cuerpo le asustaba y le mantenía agazapado, el rechinar de sus dientes bajo los labios resonaba amplificado. Permaneció en el más absoluto estatismo durante mucho tiempo, tanto que perdió la cuenta de éste, entonces comenzaron a aparecer las sombras, pequeñas en un principio, riéndose de él bajito, muy bajito, las escuchaba lejanas. Fue entonces cuando se decidió a llorar, de forma muy discreta, pues hasta eso le costaba, pero no pudo reprimir el llanto por más tiempo, así que no tuvo más remedio que dejarlo fluir.
Lloró y lloró hasta que un buen día, después de un eterno tiempo indefinido, dejó de hacerlo y consiguió armarse del valor suficiente para incorporarse un poco hasta quedarse sentado, sentado y encogido, con los ojos clavados en las sombras de la pared, aquellas que habían crecido ya muchísimo, tanto que cada vez tenía más miedo. Miró hacia arriba con cautela, tan temeroso como siempre, la boca del pozo por el que había caído, se veía muy lejos allá arriba, aunque lo intentase, le sería imposible poder trepar hasta allí y poder regresar a su dormitorio. Volvió a bajar la cara abatido, completamente desesperado, escuchaba los cuchicheos de las sombras que se iban acercando a él sin detenerse. No se atrevía a mirarlas, no lo hacía, pero sabía que estaban allí, acechándole agazapadas, esperando el momento de saltarle encima.
CONTINUARÁ...

1 comentario:

Javier Pellicer dijo...

Muuuy interesante, ya lo creo. Me encanta la ambientación, esa angustia que transmites y que al lector (al menos a mí) se me cuela hasta el interior.
Un par de apuntes: quizá podría mejorar la puntuación, me refiero a que utilizas comas donde iría mejor un punto. Fíjate en la cadencia, en el ritmo de las frases. Te puede ayudar el leerlas en voz alta, verás como algunas comas se te hacen antinaturales.
y otro detallito: cuando dices "eterno tiempo indefinido" estás siendo redundante; eterno e indefinido cumplen una misma función adjetivizadora refiriéndose a lo mismo, al menos desde mi punto de vista; "tiempo eterno" o "tiempo indefinido" a mi gusto habría sido más correcto.

Por lo demás, me ha gustado mucho este inicio de historia, voy a leerme la segunda parte.

Un saludo fuerte.

PD: espero que no te sepan mal mis apuntes, sólo trato de ser constructivo, dentro de mis muchas limitaciones.