martes, 13 de diciembre de 2011

LA ACTRIZ


Se quitó el sombrero de ala ancha, y lo fue volviendo en forma de reverencia. Su enorme pluma de color turquesa arañó la atmósfera al descender hacia el suelo. Inclinada se miró al espejo que tenía delante y se irguió despacio mientras una gran sonrisa se dibujaba en su cara. Sus tiempos de gran diva se habían disuelto hacía tanto tiempo, que dolía recordar, a veces los recuerdos son dagas lacerantes que hieren. Fue la más hermosa de las actrices, con una vida llena de promesas que se fueron extinguiendo como cera derretida. Sus labios pintados de rojo, se invirtieron de repente, y una lágrima amarga profanó su mejilla coloreada dibujando un surco miserable. Su gran obra de teatro, había llegado al final.


Lorea Otsoa Honorato

No hay comentarios: